jueves, 17 de noviembre de 2016





Genocidio de Tasmania

En el siglo XIX los colonos ingleses se asentaron para colonizar la isla de Tasmania, dando lugar diversos conflictos entre los aborígenes y los colonos, pero fue la llamada “Guerra Negra” la que casi exterminó los grupos nativos de sangre pura.


Luego de la última glaciación los habitantes de Tasmania vivieron aislados hasta ser encontrados por el explorador holandés Abel Tasman, quien bautizó la isla en nombre del gobernador de las Indias Orientales de Holanda, “Tierra de Van Diemen” en 1642.

Los tasmanos se caracterizaban por tener baja estatura (entre 1,40 m y 1,60), nariz ancha, piel negra, de complexión delgada, andar desnudos, además de que eran nómadas, cazaban y recolectaban, y no se dividían en jerarquías, sino que eran liderados por los hombres más fuertes.




A la llegada de los colonos ingleses, muchos conflictos tuvieron lugar, en los que por tener ventaja de armas de fuego, los aborígenes no sólo eran asesinados, sino también violados, tratados cruelmente, eran sirvientes y atravesaron por una crisis de recursos alimenticios.

El Colonial Times de Tasmania publicó esto en 1826:

“No estamos aquí por nuestra labor filantrópica. La autodefensa es la primera ley de la naturaleza. Si el gobierno no elimina a los nativos [se planteó reubicarlos en otra isla], serán cazados como fieras.”  

En 1828 se declaró ley marcial en la isla y dos años más tarde fue autorizada la caza de aborígenes en caso de resistencia, ofreciéndose 2 libras por niño y 5 por adulto como recompensa si estaban con vida.

La población de Tasmania disminuyó de 3000 a 150 en poco más de treinta años, siendo exiliados los últimos sobrevivientes a la isla de Flinders.

En 1876 murió la última aborigen de sangre pura, llamada Trugernanner. 

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